Sus obras ganaron el reconocimiento mundial y fueron traducidas a, por lo menos, unos veinticinco idiomas. Nacido el 13 de junio en Asunción, Paraguay, inició su carrera en la literatura a la edad de 13 años con su primera pieza teatral La carcajada, en colaboración con su madre, que representó en diferentes pueblos a fin de recaudar donaciones para los soldados en aquella época. Y dos años después llegaría su primera historia, Lucha hasta el alba, en la que confiaba haber perdido durante un tiempo considerable hasta el punto en que fue encontrada y distribuida en 1979.
Vivió parte de su vida entre Iturbe, Guairá, y Asunción hasta que, en el año 1954, con la asunción del dictador Alfredo Stroessner al poder, se enfrentó al exilio. Desde entonces se estableció en la ciudad de Buenos Aires, donde publicó la mayor parte de su obra.
Reconocimientos
Su trabajo lo llevó a ser ganador del premio Miguel de Cervantes (1989) y de la Orden Nacional del Mérito de Paraguay (1990). Otro de sus reconocimientos llegó en agosto de 2018, cuando el Parlamento del Mercosur declaró de interés cultural sus obras, por su aporte literario a la cultura latinoamericana, especialmente en el Mercosur.
Además, ha recibido altos honores y embellecimientos, en reconocimiento de sus grandes compromisos con la escritura frecuente. Algunos de ellos fueron:
Aporte literario
Las obras de Roa Bastos se caracterizan por retratar con excelencia el dolor y la cruda realidad del pueblo paraguayo y latinoamericano a través de su experiencia con el exilio que duró 42 años (de 1947 a 1989), durante ese tiempo desarrolló su obra en varios países de América Latina.
De hecho, sus experiencias contribuyeron mucho a sus obras; como su participación en la guerra del Chaco entre su Paraguay y Bolivia, que sirvió de inspiración para su novela Hijo de hombre (1960), obra que abarca cien años de historia paraguaya.
Su técnica y la calidad de sus obras lo hizo ser reconocido como un ejemplo para toda la región y para las generaciones presentes y futuras; a través de las cuales destaca el protagonismo de la cultura guaraní y sus tradiciones, la recuperación del contexto histórico de su nación y la reivindicación de su carácter de bilingüe, dándole a la literatura paraguaya una mayor visibilidad a nivel mundial.
Además, a nivel regional, iluminó los conflictos sociales, políticos e históricos del continente, colocándose al nivel de la mejor literatura internacional. Su obra Yo el supremo (1974), es considerada como el mayor aporte paraguayo a la literatura universal.
Esta obra destaca especialmente por su construcción literaria y el juego morfológico y sintáctico que posee, además de la utilización matizada de elementos históricos y ficticios para el desarrollo de la narración.
Entre sus libros figuran varias colecciones de cuentos: El trueno entre las hojas (1953), El baldío (1966), Madera quemada (1967), Los pies sobre el agua (1967), Moriencia (1969) y Cuerpo presente (1971). Su obra más relevante es la novela Yo, el supremo (1974), inspirada en la vida del que fuera dictador de Paraguay entre 1814 y 1840. Además, escribió varios guiones cinematográficos.
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