Ciencia Abierta es un movimiento centrado en hacer que la investigación y la divulgación científica sean accesibles a todos los niveles sociales, incluyendo por igual a profesionales y aficionados. En la última década, esta tendencia ha ganado una tracción significativa, emergiendo como un remedio a las deficiencias que la investigación científica tradicional ha presentado de manera persistente a lo largo de la historia, específicamente al reducir la dificultad para replicar los métodos en otros trabajos de investigación.
La ciencia abierta busca lograr dos beneficios principales: 1) aumentar la transparencia y la replicabilidad de la investigación, y 2) permitir formular nuevas preguntas de investigación que de otra manera serían imposibles de plantear. Estos beneficios se extienden a varios campos de la ciencia incluidas las Ciencias de la Educación, por ello, este movimiento ha cobrado gran relevancia durante las últimas décadas.
En años recientes, la ciencia abierta se ha convertido en una palabra de moda asociada con los errores y debilidades que se encuentran en los enfoques tradicionales para realizar investigaciones científicas. Sin embargo, el origen de la ciencia abierta se remonta a décadas atrás debido a otros eventos que generaron gran preocupación en la comunidad académica. Por ejemplo, la presentación de informes selectivos de resultados o HARKing (del inglés ‘Hypothesizing After the Results are Known’) “Hipotetizar luego de que los resultados son conocidos”, se marcó como un grave problema alrededor de la década de los sesenta en psicología y en los noventa en epidemiología (Meehl, 1967; Taubes y Mann, 1995, citados por van Dijk, W. et al, 2021).
La ciencia abierta se basa en cinco principios básicos que buscan extender los mecanismos de investigación tradicional: 1) Datos Abiertos, 2) Análisis Abierto, 3) Materiales Abiertos, 4) Pre-registro y 5) Acceso Abierto (Van Dijk, W. et al, 2021). Estos principios tienen como objetivo ampliar los mecanismos de investigación tradicionales para lograr una mayor difusión y replicabilidad de los resultados. A continuación, se describen cada uno de los elementos.
En conjunto estos principios aportan dos beneficios clave a la ciencia: 1) aumenta la transparencia y la replicabilidad de la investigación al facilitar datos, análisis y materiales usados en la investigación, y 2) brinda la oportunidad de desarrollar nuevas preguntas de investigación que de otro modo serían imposibles de plantear si no se cuentan con los recursos para pagar por su acceso. Por otro lado, es posible que muchos investigadores centrados en una producción científica de alta calidad se adhieran a los pilares y principios de la ciencia abierta, contribuyendo así a crear un entorno más propicio para lograr los beneficios antes descritos.
Para las Ciencias de la Educación, la ciencia abierta tampoco ha sido indiferente, por el contrario, los investigadores han expresado preocupaciones similares a las de otras disciplinas durante los siglos XX y XXI. Por ejemplo, Peterson et al. (1982) alentaron a los investigadores a proporcionar descripciones más detalladas de sus variables, afirmando que esto disminuiría la tasa de fallos de replicación de los estudios. Más recientemente, a principios del 2000, los investigadores de educación especial se reunieron para definir indicadores de calidad para la correlación, el diseño de grupos, casos únicos y la investigación cualitativa (IES, 2021). Por otro lado, desde 2019, el Instituto de Investigaciones Educativas (IES) ha adoptado el Estándar de Excelencia en Investigación Educativa (SEER, por sus siglas en inglés) como una forma de promover la transparencia y replicabilidad de los estudios publicados (IES, 2021). Para incentivar su inclusión en la investigación el IES requiere la implementación de estos protocolos para el otorgamiento de fondos a los investigadores (IES, 2021).
Por último, conviene tener en cuenta que el objetivo esencial de la ciencia abierta es establecer un entorno próspero para la colaboración que propicie a los investigadores realizar descubrimientos revolucionarios que ayuden a mejorar la vida de las personas en muchos niveles, incluida la educación.
El Tecnológico de Monterrey se suma al movimiento de Ciencia Abierta a través de la creación del Living Lab & Data Hub del Instituto para el Futuro de la Educación (IFE). Desde esta iniciativa se lanzarán convocatorias de investigación experimental en innovación educativa bajo los principios de Ciencia Abierta. Te invitamos a conocer más sobre la iniciativa en nuestra página web.
Este artículo está inspirado en el artículo de investigación original “Ciencia abierta en las ciencias de la educación” (van Dijk, W. et al, 2021).
Acerca del autor
Irving Andreé Vela Miam es Maestro en Ciencias de la Computación por el Tecnológico de Monterrey Campus Monterrey. Sus intereses de investigación incluyen: el análisis de datos relacionados con problemas sociales como la salud, la educación y el desarrollo económico.
Referencias
Edición por Rubí Román para el Observatorio de Innovación Educativa del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, bajo licencia CC BY-NC 4.0.
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